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VALORACIÓN ARTROMUSCULAR 02:
Miembro Superior y Cintura Escapular
(Protocolos y Test)

🙋🏻‍♂️ Julián Aguilera Campillos

ÍNDICE:

0. Introducción y propuesta práctica.

1. Valoración del Miembro Superior y Cintura Escapular.

 

1.1. Movimientos y Miología de la Cintura Escapular.

 

1.2. Síndrome Cruzado Superior (SCS), GIRD y Disquinesia

A1.- Síndrome Cruzado Superior (SCS).

A2.- GIRD o déficit a la Rotación Interna.

A3.- Disquinesia Escapular.

 

1.3. Valoración de la Cintura Escapular.

B1.- Valoración Estática.

B2.- Valoración Dinámica.

2.- Propuesta Práctica. Protocolo VAF ROM.

¿Cómo valorar las desalineaciones con Software y Apps?

3. Resumen.

Bibliografía, Webgrafía y Recursos.

        

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ACTUALIZACIÓN 2023

 

 

 

 

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0. Introducción y propuesta práctica.

En los capítulos anteriores hemos detallado la importancia que tienen la valoración inicial o anamnesis (VAF Inicial) mediante la recopilación de información médico-deportiva del cliente, wearables o la cineantropometría como puntos de partida o control a nuestra posterior prescripción de ejercicio físico, así como la identificación de posibles desajustes tanto estructurales como funcionales gracias a la valoración postural (VAF Posture) o la valoración de las patologías ascendentes (VAF Foot). Todos ellos, sin requerir un elevado tiempo ni un gran coste económico.

En este capítulo, y siguiendo el orden lógico de una valoración integral, nos centraremos en las valoraciones dinámicas globales y analíticas las cuales nos permitirán comprobar el funcionamiento artro-cinemático, los patrones de movimiento, y las posibles disfunciones motrices, atendiendo siempre a los patrones normativos y valores de referencia que nos delimita la literatura científica actual.

Una vez llegados a este punto, es hora de comprobar y cuantificar las desalineaciones o desequilibrios artro-musculares que hemos observado con anterioridad para cerciorarnos de que, efectivamente, existe una limitación en el cliente o, en caso contrario, debemos seguir valorando.

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1.- Valoración del Miembro Superior y Cintura Escapular.

1.1.- Movimientos y Miología de la Cintura Escapular.

El ritmo escápulo-humeral nos indicará el movimiento coordinado entre la escápula y el húmero, debiendo optimizar su estabilidad tanto del movimiento del miembro superior como del posicionamiento de la cabeza del húmero sobre la cavidad glenoidea (siendo ésta su principal función). Debemos conocer tanto los movimientos escapulares como los músculos implicados para poder valorar posteriormente su estado y/o función.

La movilidad de la escápula y la musculatura implicada:

 

Sobre sus ejes:

  1. Eje Antero-Posterior:

    1. Báscula axilar (o rotación lateral o campaneo externo): el ángulo inferior se dirige hacia lateral.

      • Musculatura: trapecio superior y serrato anterior.

    2. Báscula espinal (o rotación medial o campaneo interno): el ángulo inferior se dirige hacia medial.

      • Musculatura: angular de la escápula y romboides

  2. Eje Transversal:

    1. Inclinación anterior: tendencia a separar la zona caudal de la escápula.

      • Musculatura: pectoral menor (debilidad del trapecio inferior).

    2. Inclinación posterior: tendencia a separar la zona craneal de la escápula.

      • Musculatura: fibras inferiores del romboide.

  3. Eje Longitudinal:

    1. Rotación interna: tendencia a la antepulsión de hombros (aleteo escapular, disquinesia Tipo II).

      • Musculatura: rotadora interna de hombro (debilidad de trapecio medio-inferior).

    2. Rotación externa: tendencia a la retropulsión de hombros.

      • Musculatura: rotadora externa de hombro.

 

Sobre la parrilla costal:

  1. Elevación: hacia craneal.

    • Musculatura: trapecio superior y angular escapular.

  2. Descenso: hacia caudal.

    • Musculatura: trapecio inferior.

  3. Aducción (retracción): aproximar el borde interno escapular.

    • Musculatura: trapecio medio y romboides.

  4. Abducción (protracción): separar el borde interno escapular.

    • Musculatura: serrato anterior.

 

De forma global, la musculatura implicada en la biomecánica de la cintura escapular, lo dividiremos en:

  1. Musculatura escápulo-torácica: da la estabilidad escapular.

    • Pectoral menor, trapecios, angular de la escápula, romboides y serratos (postero-superior y anterior).

  2. Musculatura escápulo-humeral: da la estabilidad glenohumeral.

    • Deltoides, subescapular, supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y mayor.

  3. Musculatura tóraco-humeral: ayudan al ritmo escápulo-humeral.

    • Pectoral mayor y dorsal ancho.

 

El manguito rotador es un término anatómico para referirse al conjunto de tendones y músculos que dan estabilidad al hombro, manteniendo la cabeza del húmero centrada en la cavidad glenoidea. Está formado por el subescapular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor.

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Si atendemos a las funciones y musculatura principal del hombro, encontramos:

 

Rotadores internos:

  • Pectoral mayor, redondo mayor, subescapular, dorsal ancho, coracobraquial y deltoides.

Rotadores externos:

  • Infraespinoso, redondo menor y deltoides.

Flexores:

  • Deltoides, pectoral mayor y coracobraquial.

Extensores: 

  • Dorsal ancho, deltoides y redondo mayor.

Abductores:

  • Deltoides, supraespinoso, trapecio superior y serrato anterior.

Aductores:

  • Pectoral mayor, dorsal ancho y subescapular.

1.2.- Síndrome Cruzado Superior (SCS), GIRD y Disquinesia Escapular.

A1.- Síndrome Cruzado Superior (SCS).

A2.- GIRD o déficit a la Rotación Interna.

A3.- Disquinesia Escapular.

La principal diferencia entre la cintura pélvica y la cintura escapular, atendiendo a su diseño, es la mayor movilidad existente entre el acetábulo escapular y la cabeza del húmero. Esta diferencia provoca una mayor movilidad, pero a su vez, una mayor necesidad de estabilización.

Según Matsen (2006), la estabilidad del hombro se entiende como “la capacidad para mantener centrada la cabeza humeral en la fosa glenoidea y el arco coraco-acromial”, cediendo estabilidad la articulación gleno-humeral en busca de una mayor movilidad del complejo articular.

Tras analizar la miología y los movimientos, debemos entender y aplicar el concepto de cuplas de fuerza como las “acciones musculares aplicadas sobre un mismo segmento óseo, pero en sentidos opuestos” (Abrutsky, 2013).

  • Cupla gleno-humeral:

    • Plano frontal: entre el deltoides y el supraespinoso (cuya acción provoca un ascenso de la cabeza del húmero) frente al resto de músculos del manguito rotador (cuyas acciones buscan estabilizar y fijar la cabeza humeral ante cualquier movimiento).

    • Plano horizontal: entre el redondo menor e infraespinoso (rotadores externos) y el subescapular (principal estabilizador gleno-humeral y rotador interno). 

  • Cupla escapular: atendiendo a su función muscular la escápula funciona como un triángulo rectángulo en el que en su vértice superior estaría el trapecio superior y el angular de la escápula (ejerciendo fuerzas ascendentes), en su ángulo recto estaría el trapecio inferior (ejerciendo fuerzas descendentes) y en su vértice externo encontraríamos al serrato anterior (ejerciendo fuerzas laterales). A todo este entramado de fuerzas faltaría añadir los músculos que realizan la aducción escapular (trapecio medio y romboides).

Debe existir un equilibrio tanto en las cuplas de fuerza como entre los propios músculos sinergistas ya que en caso contrario nos encontraremos con “timing de activación” alterados y con los síndromes musculares que detallaremos a continuación, los cuales ponen de manifiesto esta falta de equilibrio muscular en los sujetos.

A1.- Síndrome Cruzado Superior (SCS).

Janda define este síndrome con una postura característica:

  • Cabeza adelantada; protracción.

  • Hiperlordosis cervical.

  • Hipercifosis dorsal.

  • Antepulsión y elevación de hombros.

  • Escápula en protracción; inclinación anterior con rotación interna y axilar (Thigpen, 2010).

 

Dicha postura provocará el siguiente cuadro muscular:

  • Musculatura acortada e hipertónica: trapecio superior, elevador de la escápula y pectoral (mayor y menor).

  • Musculatura débil o hipotónica: trapecio medio e inferior, romboides, flexores profundos del cuello y, posiblemente, el serrato anterior inhibido por impingement (Ludewing y Cook, 2000).

 

Existirá una posible disfunción de la articulación gleno-humeral, un movimiento escapular alterado y ciertas articulaciones vertebrales con predisposición a un deficiente reparto de cargas; C1-C2, C4-C5, C7-D1 y D4-D5 (Page, 2010). Existe cierto consenso (Petersen, 2011; Seitz, 2011; Crowford, 1993) que relaciona el dolor de cuello con la debilidad del trapecio inferior, la disminución del espacio subacromial con la antepulsión de hombro y la disminución del ROM en la elevación del brazo con la hipercifosis dorsal.

Sahrmann identifica este síndrome como “abducción escapular” con una debilidad de la musculatura interescapular y una cortedad de la musculatura escapulo-humeral, especialmente del pectoral mayor, dando como resultado una disfunción en flexión y abducción de hombro.

A2.- GIRD o déficit a la Rotación Interna.

El déficit o limitación a la rotación interna gleno-humeral es bastante frecuente en los deportes “overhead” ya que la repetición de ciertos movimientos provocarán un mayor tamaño y fuerza de los rotadores internos.

Consecuencias:

  • Disminuye la fuerza de los rotadores externos.

  • Aumenta la rigidez posterior articular y el riesgo de impingement.

  • Antepulsión de hombros, protracción e inclinación anterior escapular.

 

Sahrmann define este síndrome como deslizamiento humeral anterior, existiendo un predominio del pectoral mayor y el dorsal ancho frente al subescapular (rotadores internos) y del deltoides posterior frente al infraespinoso y el redondo menor (rotadores externos). Habitualmente presentan dolor en la cara anterior del hombro y el tendón del bíceps braquial.

A3.- Disquinesia Escapular.

La disquinesia escapular es una alteración de la escápula tanto en estático como en dinámico en relación con la caja torácica en la que se observan ciertas prominencias según su tipología.

 

Existen tres tipos:

Tipo I: despegue del borde inferior escapular (cortedad de la musculatura originada en la apófisis coracoides).

Tipo II: despegue del borde medial de la escápula (hipotonía de la musculatura interescapular).

Tipo III: despegue del borde supero-medial de la escápula (hipotonía del trapecio superior y angular).

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1.3.- Valoración de la Cintura Escapular.

B1.- Valoración Estática.

1.- Ángulos FSA Y FHA.

Test para cuantificar la protracción o retracción de la cabeza (Forward Head Angle-FHA) y la antepulsión o retropulsión de la cabeza humeral (Forward Shoulder Angle-FSA). Para su medición debemos identificar tres puntos anatómicos, como son: la apófisis espinosa de C7, el trago de la oreja y el acromion.

Este test puede ser realizado tomando como referencia la imagen previamente obtenida de la valoración postural del plano sagital del sujeto. Sobre ella se trazará una línea vertical desde C7 y se medirán los ángulos de referencia con respecto al trago de la oreja (FHA) y con respecto al acromion (FSA), siendo los valores normativos los siguientes:

FHA (Forward Head Angle):

  • Normalidad: <37º.

  • Cortedad Grado I: 38º-45º.

  • Cortedad Grado II: >45º.

FSA (Forward Shoulder Angle):

  • Normalidad: <22º.

  • Cortedad Grado I: 23º-51º.

  • Cortedad Grado II: >51º.

 

Existe un mayor consenso y fiabilidad en las mediciones del FHS (Thigpen, 2010) frente al FSA, ya que en este último encontramos mediciones con respecto a la horizontalidad y frente a la verticalidad de C7 muy dispares (Ruivo, 2014) por lo que recomendamos utilizar otros test para cuantificar la antepulsión de hombros, como se verán a continuación.

 

2.- Ángulo de inclinación de la escápula y separación escapular (Sahrmann, 2006).

En una visión sagital de la escápula podemos visualizar y cuantificar el grado de inclinación anterior o posterior de la misma respecto al plano frontal (lo cual nos indicará la dominancia muscular del sujeto en el complejo escápulo-humeral). Sahrmann establece en 30º el máximo establecido para indicar la existencia de una inclinación anterior de escápula con la posible cortedad del pectoral menor.

En una visión frontal posterior de la escápula podemos cuantificar la separación entre los ángulos inferiores y la apófisis espinosa intermedia (normalmente D7). En posición anatómica se considera normal una distancia de aproximadamente 7,6 cm entre el ángulo inferior de la escápula y la apófisis espinosa que encontramos en la misma linealidad horizontal.

A continuación, se explicará el test LSST en el cual se mide la distancia entre dicho ángulo y la apófisis espinosa en tres posiciones distintas, indicándonos un aspecto funcional relevante como es el ritmo escápulo-humeral.

B2.- Valoración Dinámica.

1.- Ritmo escápulo-humeral y Test LSST.

Actualmente se acepta que la relación o ratio de movimientos entre la báscula axilar y la abducción de hombro se establece en 2:1, es decir, que al realizar 90 grados de abducción de hombro corresponderían 30º a la báscula axilar escapular y 60º al desplazamiento del húmero. Existen trabajos más precisos en dicha cuantificación (Baggs, 1988) atendiendo a las distintas angulaciones de movimiento pese a ser 2:1 la ratio más utilizada actualmente en la valoración del ritmo escapulo-humeral.

El Lateral Scapular Slide Test (LSST) se utiliza tanto para valorar asimetrías entre escápulas como para valorar el ritmo escápulo-humeral, e incluso para detectar un posible conflicto del húmero en la glenoides.

  • Una diferencia mayor a 1,5cm entre la apófisis espinosa y los ángulos inferiores de la escápula indican una marcada descompensación muscular entre hemicuerpos.

  • El LSST se cuantifica con el sujeto en tres posiciones: bipedestación, bipedestación con manos en jarra (sobre las crestas iliacas) y en bipedestación con 90º de abducción de hombro y rotación interna máxima. En todas ellas se cuantifica la basculación axilar de la escápula en grados (tomando el borde medial como referencia) para confirmar el ritmo escápulo-humeral comentado anteriormente y la distancia entre el borde inferior y la apófisis espinosa. 

 

Esta valoración tiene cierta controversia en cuanto a su utilidad o predicción de riesgo lesional (Struif, Wright), no obstante, la encontramos muy recomendable para obtener valores de referencia intrasujeto. Dichos valores serán más fiables con la utilización de un escoliometer frente a las mediciones con una cinta métrica (McClure, 2009).

 

2.- Test de movilidad funcional del hombro (Cook, 2010).

Dicho ejercicio se engloba dentro del protocolo Functional Movement Screen (FMS) y nos da una visión de la movilidad general del hombro y de la escapula.

Se realiza en bipedestación, intentando juntar ambos puños sobre la espalda pasando una mano por detrás de la cabeza y la otra por la axila (intentando descender y ascender, respectivamente, lo máximo posible sin compensar el movimiento con otros segmentos).

 

El test establece cuatro puntuaciones según la distancia entre los puños, no obstante, lo realmente relevante es la distancia obtenida e identificar las limitaciones musculares del sujeto.

  • 3 puntos: si hay menos de una mano de distancia entre ambos puntos.

  • 2 puntos: menos de una mano y media de distancia entre ambos puntos.

  • 1 punto: más de una mano y media de distancia entre ambos puntos.

  • 0 puntos: si además siente dolor.

 

3.- Test específicos de movilidad de la cintura escapular.

En este último apartado abordaremos los valores normativos del ROM articular de los principales movimientos del hombro.

Rotaciones: en decúbito supino sobre una camilla o superficie dura que nos permita colocar el hombro en 90 grados de abducción y con flexión de codo de 90º. La posición de inicio debe partir de una rotación neutra e impedir en todo momento una compensación humeral (normalmente, ante una limitación, se tiende a la anteriorización humeral):

  • Rotación interna: 70º.  Las falanges deben tocar la camilla (Awan, 2002).

  • Rotación externa: 90º. El dorso de la mano debe tocar la camilla completamente.

 

Hay que destacar que lo más importante es comprobar la Amplitud De Movimiento (ADM) total del hombro (la suma de ambas rotaciones) ya que puede existir una limitación a la rotación interna (GIRD) pero la amplitud total es óptima debido a una mayor rotación externa. Este aspecto es muy relevante en deportes “overhead” en los que se ponen de manifiesto limitaciones sobre la rotación interna por la repetición de ciertos gestos deportivos típicos como los lanzamientos.

Pese a que también se pueden cuantificar las rotaciones en decúbito supino con flexión de hombro de 90º preferimos con abducción de hombro de 90º ya que existen menos restricciones capsulares.

 

Flexión de hombro: en decúbito supino y pidiéndole al sujeto que realice una flexión máxima de hombros sin flexionar los codos y poniendo las manos paralelas, juntas pero sin llegar a tocarse, se valorará lo siguiente:

  • Ambas manos deben recorrer la misma distancia, en caso contrario se evidenciará una limitación a la flexión.

  • La existencia de una flexión de codo nos indicará una limitación o cortedad de los rotadores internos de hombro.

 

Abducción y Aducción de hombros: en decúbito supino.

  • Para la aducción se le pide al sujeto que lleve el miembro superior extendido en aducción máxima, fijando previamente la escápula y el hombro en posición neutra. Se considera un rango de normalidad si el codo llega o sobrepasa la línea media del tronco (Laudner, 2010).

  • Para la abducción en decúbito supino se le puede pedir al sujeto que coloque sus manos detrás de la cabeza y comprobar que los codos pueden contactar con la camilla o el suelo. Otra opción para valorar la abducción de hombros sería mediante los Test de la pared (Wall Test) en bipedestación. En ambas valoraciones el sujeto deberá realizar una abducción con rotación externa máxima de hombro.

 

Indirectamente con esta valoración se está cuantificando la flexibilidad del pectoral mayor (rotador interno y aductor de hombro), por ello, sería recomendable también cuantificar la flexibilidad del pectoral menor mediante la medición con cinta métrica:

  • Desde la apófisis coracoides hasta el origen de la cuarta costilla, en la articulación costo-esternal (Borstad, 2008).

  • Desde la apófisis coracoides hasta el centro del ángulo de Louis, en el manubrio del esternón que corresponde con la segunda costilla (Aguilera, 2016).

  • En bipedestación, pegado a la pared, desde el borde anterior del acromion hasta la pared (Laudner, 2010).

  • En decúbito supino desde la camilla hasta el borde posterior del acromion (Sahrmann, 2006), siendo la medida óptima hasta 2,54cm.

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2.- Propuesta Práctica. Protocolo VAF ROM.

¿Cómo detectar y cuantificar las limitaciones musculares y articulares?

Tras ver la valoración del miembro inferior y cintura pélvica (capítulo anterior), raquis (capítulo 5), cintura escapular y el miembro superior, se facilita a continuación una propuesta de valoración general seleccionando los test con mayor consenso con la intención de evaluar la artrocinemática básica de un cliente en menos de 5 minutos.

El siguiente Excel de cuantificación forma parte de una propuesta práctica de valoración dinámica. Actualmente, el protocolo VAF ROM lo realizamos a nuestros clientes directamente desde la App VAF Web, la cual puedes probar totalmente gratis.

3. Resumen.

La valoración dinámica del SOAM (Sistema Óseo, Articular y Muscular) implica una amplia comprensión anatómica y biomecánica del cuerpo humano, por ello, el identificar posibles anomalías articulares o musculares requiere el dominio de los test o pruebas (conociendo sus valores de normalidad y anormalidad), que mayor consenso y evidencia presenten. Evidentemente, requerirá una curva de aprendizaje y una especialización para mejorar dichas competencias.

A modo de resumen del capítulo podríamos destacar lo siguiente:

1.- El Síndrome Cruzado Superior implican una serie de posturas tipificadas que el alumno debe conocer e identificar. En este sentido, debemos dominar la osteología y miología para identificar las posibles desalineaciones del cliente.

  • La comprobación de las cuplas de fuerza nos informará del morfotipo anatómico que presenta el sujeto, siendo extensible a cualquier parte del cuerpo y ayudándonos a entender la relación entre agonistas y antagonistas.

 

2.- El Test de Movilidad General del hombro y las rotaciones son pruebas obligatorias a realizar ante cualquier cliente debido a la alta incidencia tanto en el deporte como en la salud. Son muy habituales los desequilibrios articulares en la zona.

  • La valoración articular debe contemplar tanto el rango articular de cada movimiento (ROM) como la Amplitud De Movimiento (ADM) total en dicho plano y eje articular ya que de ello dependerá la gravedad de la limitación encontrada.

  • Si existe limitación articular se debería valorar la fuerza analítica muscular mediante dinamometría manual para comprobar el porcentaje de asimetría y las gráficas de activación de los movimientos.

3.- El Protocolo VAF ROM disponible en la aplicación vaf.intecc.org nos permite generar un informe en PDF del cliente con los test articulares con mayor evidencia en la literatura que nos permita individualizar la posterior prescripción de ejercicios.

​Como profesionales del ejercicio, y a modo de resumen de los cuatro primeros capítulos, debemos tomar conciencia de la importancia que tienen la valoración inicial, la valoración postural, la valoración raquídea y la valoración dinámica general del sujeto ya que una mayor comprensión y competencias adquiridas sobre la materia nos aportará una clara distinción y conseguiremos individualizar mejor nuestra posterior prescripción de ejercicio físico.

Bibliografía, Webgrafía y Recursos.

Bibliografía:

Bibliografía Básica:

  1. Janda, V. Muscle function testing. Elsevier, 2013.

  2. Lesmes, Javier Daza. Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano. Panamericana, 2007.

  3. Palmer, M. L., & Epler, M. E. Fundamentos de las Técnicas de Evaluación Musculoesquelética. Paidotribo, 2002.

  4. Sahrmann, Shirley. Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de movimiento. Editorial Paidotribo, 2006.

  5. WEB: http://www.santonjatrauma.es/articulos/ Dr. Fernando Santonja Medina.

  6. WEB: http://webs.um.es/palopez/miwiki/doku.php Dr. Pedro Ángel López Miñarro.

  7. BLOG: http://temadeporte.blogspot.com.es/ Ignacio González Zas.

 

Bibliografía Complementaria:

  1. Andújar P, Santonja F. Higiene Postural en el escolar. En: Ferrer V, Martínez L, Santonja F (Ed). Escolar: Medicina y Deporte. Albacete. Diputación Provincial de Albacete, 1996; 342-367.

  2. Ayala, F., de Baranda, M. D. P. S., de Ste Croix, M., & Medina, F. S. (2013). Fiabilidad absoluta de las medidas isocinéticas para estimar la función muscular. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, (52), 11-32.

  3. Ayala, F., de Baranda, P. S., de Ste Croix, M., & Santonja, F. (2012). Validez y fiabilidad de las ratios de fuerza isocinética para la estimación de desequilibrios musculares. Apunts. Medicina de l'Esport, 47(176), 131-142.

  4. Cejudo, A., de Baranda, P. S., Santonja, F., & Ayala, F. (2016). Procedimientos de exploración y valores de referencia del rango de movimiento de la abducción de la cadera en deportistas. ¿Una herramienta en la prevención de lesiones?. SPORT TK-Revista EuroAmericana de Ciencias del Deporte, 5(1), 35-45.

  5. Cook, G. (2010). Movement: Functional movement systems: Screening, assessment, corrective strategies. On Target Publications.

  6. Ferrer López, V., Santonja Medina, F., Canteras Jordana, M., & Clavel-Sainz Nolla, M. (1998). Repercusiones de la cortedad isquiosural sobre la pelvis y el raquis lumbar.

  7. Ferrer V, Santonja F, et al. Alteraciones del aparato locomotor en el joven deportista. En: Ferrer V, Martínez L, Santonja F (Ed). Escolar: Medicina y Deporte. Albacete. Diputación Provincial de Albacete, 1996; 369-378

  8. Kapandji IA. Cuadernos de fisiología articular. Vol I, II y III, Masson, 1991.

  9. Lippert. Anatomía con orientación clínica. Marbán, 2005.

  10. Lynn Palmer. Fundamentos de las técnicas de evaluación musculoesquelética. Editorial Paidotribo, 2002.

  11. Medina, F. S., & García, P. L. R. (2001). Repercusiones posturales con los estiramientos en flexión de tronco y las pruebas de distancia dedos-planta y distancia dedos-suelo. Apunts: Educación física y deportes, (65), 64-71.

  12. Prentice W. Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva. Paidotribo, 1997.

  13. Puelles-Beytia. Atlas fotográfico de osteología con orientación palpatoria. MJ Fonseca, 2009

  14. Sainz de Baranda Andújar, P., Cejudo, A., Ayala Rodríguez, F., & Santonja Medina, F. (2012). Fiabilidad de 2 pruebas de valoración del rango de movimiento del tobillo en jugadores de balonmano.

  15. Sainz de Baranda, P. (2005). Educación física, salud y actividad extraescolar: programa para la mejora del raquis en el plano sagital y extensibilidad isquiosural en enseñanza primaria. Cultura, Ciencia y Deporte, 1(3), 179.

  16. Sainz de Baranda, P., Ayala, F., Cejudo, A., & Santonja, F. (2012). Descripción y análisis de la utilidad de las pruebas sit-and-reach para la estimación de la flexibilidad de la musculatura isquiosural. Revista Española de Educación Física y Deportes, (396), 119.

  17. Santonja, F., Cejudo, A., de Baranda, P. S., & Ayala, F. (2014) Perfil de flexibilidad de la extremidad inferior en jugadores senior de balonmano. Cuadernos de Psicología del Deporte, vol. 14, núm. 2, julio-diciembre, 2014, pp. 111-120 Universidad de Murcia

  18. Sobbota. Anatomía, histología y embriología. Marbán, 2004.

  19. Tixa S. Atlas de anatomía palpatoria. Masson, 2014.

 

Webgrafía y recursos:

 

MATERIAL:

 

APLICACIÓN WEB:

Con la Aplicación VAF no es necesario ni el trípode ni el goniómetro o inclinómetro ya que los tiene incorporados como herramientas para la cuantificación de cualquier ángulo y para poder realizar fotografías con un calibrador de imagen.

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